viernes, 30 de julio de 2010

ANTE LA PROHIBICIÓN DE LOS TOROS EN CATALUÑA


2 comentarios:

  1. Anónimo7/8/10 13:21

    ¡ENHORABUENA! Se te acaba de conceder el premio Caballero de DIOS, otorgado por Zadlander. Puedes ir a recogerlo pinchando en este enlace: III entrega de los premios Caballero de DIOS.

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  2. No veo claro, nada claro, el futuro de esta nuestra ya no España...
    Los independentismos han cobrado un papel que les es impropio, alcanzando un poder desmesurado, y, todo gracias, a unos políticos, que en el transcurso de los años, les han ido colmando de toda clase de transferencias en poderes que les son ajenos. Poderes que debieran ser exclusivos del Estado, el cual, actualmente, se encuentra muy debilitado, como era previsible. Con tal de alcanzar el poder, los gobernantes de turno, han ido vendiendo España a trozos... Eso es traición a La Patria.
    Lo de los toros, y, su prohibición en Cataluña, no es más que otro peldaño subido en contra de España, por eso de ser La Fiesta Nacional..., recordemos, por ejemplo, lo sucedido con el anuncio del Toro de Osborne, que tras declararlo Bien de Interés Nacional, en Cataluña, los independentistas, en su odio a La Nación, lograron hacerlo desaparecer (por Nacional, se entiende Español Patrio, pues aquí no hay más Nación que España, diga lo que diga tribunal constitucional politizado, ó, quien sea...). Falta decir, que esto, lo hacen surgir, también, para despistar de otros verdaderos problemas de Cataluña (paro, corrupción, deuda inmensa de los gobernantes catalanes, crisis,...).Se ve los muy buenos discípulos, que en esto, han sido del Gobierno Central...
    Y, eso, sólo en Cataluña, porque si vamos región por región, es un libro el que tendríamos...
    Todo lo veo podrido, necesitando una purificación a conciencia y con urgencia.
    Falta un partido fuerte, sin complejos y con el único interés del bien de España; que exponga claramente sus intenciones. Creo que barrería a esta casta de parásitos (malos políticos), que amenazan con digerir en su totalidad al hospedador, España, creyéndose hospedadores en lugar de huéspedes. Y, si no es así, ¡¡ pobre España!!...
    Por otro lado, al pueblo, en su mayoría, lo percibo indiferente a esta destrucción, a este suicidio, de lo contrario, hace ya muchísimo tiempo, tendría que haberse manifestado, con contundencia suficiente, como para desalojar a semejante ralea indigna del puesto que ocupan.


    Juan Raimundo Gómez de León Robledo.

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