La cuaresma que comienza nos llama a la penitencia y a la oración. Vamos a meditar tres minutos en ello. Dejando a un lado los juicios de valor, de los sucesos vividos los pasados días por la acción militar sobre el Parlamento y el Gobierno de la nación, todos vosotros, los jóvenes, os habéis admirdo y os ha seducido la decisión valiente y arriesgada del teniente Coronel Tejero, que impávido y fiel a su ideal, arrostró todas las consecuencias de una acción que a lo largo de todo su proceso no tendría titubeos ni vuelta atrás. De los labios de todos los jóvenes se ha escuchado la expresión unánime: ¡Qué tío! ¡Ése si que es un hombre de una pieza!
Pues bien, sin disminuir un ápice su categoría humana, militar y patriotica, y la admiración que levanta entre los jóvenes toda acción dificulosa y ardua al servicio de un ideal, me gustaría que reflexionarais en estas palabras de Donoso Cortés escritas al hablar de las soluciones fundamentales de los problemas políticos y sociales: "Si pudiéramos penetrar los secretos de Dios y de la Historia, nos habíamos de asombrar al ver los prodigiosos efectos de la oración, aún en las cosas humanas. Para que la sociedad humana esté en reposo es necesario cierto equilibrio entre las oraciones y las acciones, entre la vida contemplativa y la activa. La clave de los grandes trastornos que padecemos, está quizá en el rompimiento de este equilibrio. Mi convicción en este punto es tan firme, que creo que si hubiera una sola hora de un solo día en que la tierra no enviara al cielo oración alguna, ese día y esa hora serían el último día y la última hora del Universo".
Hay que estar preparados para la acción. Hay que estar dispuestos para la entrega total. Pero no hay que olvidar que la luz y la fuerza de toda acción vienen en la oración. Orar por España. Orar por la Iglesia. Orar por la salvación de todos los hombres. Ser hombres de oración. Y recordar en la acción, antes de toda acción y en la preparación de toda actividad exterior lo que nos enseña el Salmo: "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la contruyen". Lo que refriéndose a Espana dijo taxativamente la Madre Maravillas: "España se salvará por la oración". Vivamos así toda la Cuaresma que ha de culminar en la Semana Santa y en los Ejercicios Espirituales. Hacernos hombre de oración para ser de verdad hombre de acción por la causa de Dios.
P. José María Alba Cereceda, S.J
1981
martes, 23 de marzo de 2010
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Qué claridad de exposición. Y que valentía al nombrar las cosas por su nombre y los actos como deben ser. Muchos curas así necesitamos ahora, en estos tiempos en que nadie habla claro.
ResponderEliminarRealmente da en el clavo de la cuaresma. La oración es la base de todo. Sino hay oración cualquier acción es simplemente pataleo.