miércoles, 4 de febrero de 2009

PARÁSITOS


El sistema se mantiene en pie por el enjambre de parásitos que conforman su estructura. Es una nueva clase social, la clase política, que nace, crece y se reproduce incrustada, como chupópteros, en las arcas públicas. La única disciplina que se les exige es la de las siglas. Su afán, trabajo y preocupación, ya no es la “res publica”, sino el mantenimiento de su cargo a toda costa, libre de escrúpulos morales.

Multipliquen ahora en el caso concreto de España. El llamado “estado de las autonomías” cobija en sus ácidas tripas a un sinfín de diputados, senadores, portavoces, secretarios, representantes a nivel nacional que pululan por el Congreso y el Senado y sus alrededores. Pero lo anterior lo tenemos repetido hasta diecisiete veces gracias al castillo de naipes formado por todas y cada una de las Comunidades Autónomas con sus respectivos parlamentos, consejerías y delegaciones. Por debajo de ese entramado, y en número infinitamente mayor, las cincuenta y dos provincias, orquestadas por las diputaciones, y los 7.286 municipios al frente de los cuales están los ayuntamientos. No olvidemos el sueño europeo (pesadilla real) del parlamento de Estrasburgo. Como dato de este último, cada eurodiputado, a final de mes, recibe de media 40.000 Euros.

¿Para eso pagamos impuestos? Sí, para mantener y sostener a este sistema perverso que ofrece la esclavitud al pueblo y el pueblo la adquiere a precio de oro. Para subvencionar su vida y sus lujos, sus viajes, sus dietas y sus casas. Para hacer lo que ellos dicten, sea abortar o pagar la fiesta anual a los degenerados.

Enrique de Diego, periodista de Intereconomía, ha acuñado la definición exacta: los políticos son “la casta parasitaria”. No puedo estar más de acuerdo con su percepción de estos personajes que nos roban, a manos llenas, mientras sonríen y hablan, hablan y sonríen. Contra ellos, contra el sistema que sostienen, De Diego, Presidente de la Plataforma de las Clases Medias, ha convocado un acto el 14 de Febrero en la madrileña Plaza de Colón. Llaman a la rebelión de la sociedad.

A pesar de las diferencias en la teoría política de los estados con la Plataforma de las Clases medias, acudiré y me sumaré a esa rebelión. Esperemos que lo sea en sentido estricto. Iré para eso.

Miguel Menéndez Piñar

4 comentarios:

  1. Triste, como un loro repites las consignas de ese populista que se promociona a sí mismo en InterEconomía.

    Pero esto ya lo hemos vivido...en la Europa de los años treinta del siglo pasado. El malestar social por la crisis del 29 hizo posible el surgimiento de populistas muy pero que muy peligrosos. También hizo posible el auge de los nacionalismos que, finalmente, desembocaron en la segunda guerra mundial. ¿Sabes?...me río yo de la distinción que hace tu Gurú entre patriotismo y nacionalismo: El populista en cuestión es un nacionalista como la copa de un pino...y lo demuestra cada vez que habla, por ejemplo, pidiendo la abstención en las Europeas. Os cuenta las monsergas de siempre, allá, en su púlpito radiofónico...que si vagos, que si maleantes, que si chupópteros, que si con mi dinero no...Pero el populista en cuestión lo que quiere es una Europa sin ciudadanía europea; quiere naciones separadas y con el sólo vínculo del mercado: quiere una Europa de mercaderes, no de ciudadanos. Quiere una España central, sin diversidad...y os vende la idea con el envoltorio del despilfarro autonómico.
    Corren malos tiempos...pero excelentes para los populistas de distinto pelaje. Ahora ya no duda en atacar incluso al PP, a sabiendas de que prepara el nacimiento de su propio partido de extrema derecha.

    Lástima dais.

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  2. Al menos, aprende a escribir correctamente tu lengua.

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  3. Swami eres un hippie de cojones, tu si que vives bien, para que vamos a trabajar si podemos vivir como tu, del yoga, el valenciano y otras pijotadas, no se ni como te permites opinar gilipollas.

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