Ante la tremenda catastrofe de Haití, donde ha sido arrasada la tierra y su población, Monseñor Munilla nos ha invitado a reflexionar sobre los diversos tipos de males. Sin quitar ni un ápice de la gravedad tremenda del terremoto -y con la urgente necesidad de ayudar a aquellas gentes- debajo cuelgo gráficamente un mal mayor. Un mal protegido y amparado por la Ley y el Estado que descuartiza los cuerpos con vida de aquellos niños inocentes que crecen en el vientre de sus madres. En número, por cierto, ampliamente mayor que las víctimas del reciente terremoto. Allí ha muerto la gente en circunstancias trágicas; aquí, y en muchas partes, ASESINAN a seres humanos inocentes todos los días.
De ellos nadie se acuerda... ¡hipócritas!
Al aborto dedicó hace pocos días su homilía Monseñor Martínez, arzobispo de Granada. Aquí les dejo el video.
La mayoría de la gente solo se procupa por el projimo cuando ocurren desgracias como las de Haíti, el resto de los días, ni nos acordamos del resto de los muertos.
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