"Hasta que no llegué a Occidente y pasé dos años observando alrededor mío, no pude nunca imaginar cómo una extrema degradación ha producido un mundo sin voluntad, un mundo cada vez más petrificado frente al peligro que tiene que afrontar. Hoy todos estamos al borde de un cataclismo histórico, una inundación que se tragará la civilización y cambiará las épocas... El alma humana desea cosas más elevadas, más cálidas y más puras de las que se ofrecen hoy a las masas, desde el estupor televisivo a la música insoportable..."
Alexander Solzhenitsin
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