"La monarquía lleva en sí misma la oposición con el liberalismo, quien, por fuerza de la lógica, combate todos los poderes que no reconozcan su origen en la soberanía individual y no sean revocables por la voluntad colectiva. De donde se deduce que toda monarquía que se asocie con el liberalismo se condena a muerte irremisiblemente, solicitando fuerzas de sus adversarios y fundamento en principios que le son contradictorios. La monarquía queda reducida a mera ficción o simbolismo, por añadidura inútil y costoso, deja de ser tradicional, es decir si no se apoya en la tradición y en la unidad de creencias en que ésta se levanta"
Vázquez de Mella
Juan Carlos de Borbón disolvió la monarquía católica, tradicional, social y representativa. Se consagró en "monarca" parlamentario firmando la ley de partidos, el sufrago universal, la constitución atea, la ley del divorcio, del aborto y del "matrimonio" de los invertidos.
Juan Carlos NO ES REY. Ni es rey ni lo reconocemos como tal. Es parte del sistema al que combatimos y derribaremos.
Vázquez de Mella
Juan Carlos de Borbón disolvió la monarquía católica, tradicional, social y representativa. Se consagró en "monarca" parlamentario firmando la ley de partidos, el sufrago universal, la constitución atea, la ley del divorcio, del aborto y del "matrimonio" de los invertidos.
Juan Carlos NO ES REY. Ni es rey ni lo reconocemos como tal. Es parte del sistema al que combatimos y derribaremos.
… No olvidemos que la monarquía francesa, símbolo y pilar del Ancien Régime, se despide de la historia, precisamente, en 1830 (fecha de las apariciones de la Virgen a la Hermana Catharine Labouré en Rue du Bac, entregándole la Medalla Milagrosa) y no durante 1983 cuando Luis XVI subió al patíbulo. En efecto, una vez desaparecido Napoleón de la escena política, tiene lugar un quindenio de restauración, de forma que el último rey de los Borbones de Francia es Carlos X, destronado – precisamente en 1830- por una revolución que, con Luis Felipe de Oreláns, instaura una monarquía sui generis. Yan no es el rey por derecho divino, brazo secular de Dios mismo, consagrado por los sacerdotes con el crisma sacro. Luis Felipe es el “rey burgués”, llevado al poder, precisamente, por la burguesía mercantil e industrial. … Un rey que quiso demostrar que la monarquía sagrada había terminado definitivamente, asumiendo en lugar del título de “rey de Francia” , el de “rey de los franceses” entendidos como ciudadanos y no como súbditos. Abolido el blanco estandarte borbónico con la flor de lis, recuperó el tricolor revolucionario… (Vittorio Messori: “Hipótesis sobre María”).
ResponderEliminarVamos, que los Borbones aprendieron que eso de que “París bien vale una Misa” era cosa de otros tiempos … y se compraron un mandil.
Si es que está todo visto
¡Los borbones, a los tiburones!
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